COLEGIO SAN VICENTE

60 "Años Formando Personas con Sentido Solidario" - 2011

“Hacia la certificación y la acreditación de nuestra calidad educativa vicentina”

“Evangelizamos educando y educamos evangelizando”

Son diversos los aspectos que describen el dinamismo, la creatividad y la actualidad de nuestra práctica pedagógica vicentina, sintetizada en el “Saber, Amar y Evangelizar” en la era del conocimiento.

Somos una Institución educativa que no deja de abrirse a las innovaciones, sin renunciar, por ello, a su identidad cristiana, la misma que hunde sus raíces en el Evangelio. Los tiempos actuales desafían nuestra capacidad profesional, y la calidad educativa. En ese sentido, conscientes de la responsabilidad que tenemos con la buena formación, que reclaman los tiempos actuales, nuestra Institución, toma la iniciativa de comenzar el proceso de la Acreditación y Certificación de su calidad educativa. Esto quiere decir que todas nuestras acciones educativas se orientan a lograr tal objetivo.

Las expresiones: “Evangelizamos educando y Educamos evangelizando”, sintetizan nuestra mística pedagógica vicentina. Estas expresiones marcan claramente qué metas y qué objetivos debe buscar nuestra Institución en su actuar pedagógico. Para ello, es necesario un renovado compromiso, porque nuestros educandos tienen derecho a recibir una educación, especial, personalizada y flexible, que asegure las bases adecuadas de una formación integral. Nuestros educandos son acompañados para potenciar sus fortalezas y talentos, corregir sus debilidades, formar su personalidad, su individualidad, su carácter, la voluntad, en orden a asumir valores y su compromiso cristiano.

Fomentar una educación que mira el futuro supone hacer una transferencia paulatina de una educación centrada en el pasado. Es claro que esto nos llevará a replantear muchos elementos de nuestra programación curricular, pero aún así asumimos el riesgo.

Estimado maestro (a) has sido llamado a formar la mente y el corazón, el alma y el espíritu, no lo olvides. Estás ante un reto en el que Dios quiere ser también protagonista. ¡Maestro (a) deja huella en tus alumnos, de modo que los alumnos dejen huella en ti! .

Estimado alumno (a), sé en todo momento un vicentino cabal. Tu amor al colegio debes expresarlo en el modo cómo lo cuidas, cómo te comportas y lo mucho que estudias. No me digas que amas a tu colegio, si tu primera acción será entorpecer lo que tus maestros quieren ofrecerte, lo cual siempre será lo mejor.
Estimado(a) alumno(a) vive y celebra tu fe, sé parte de la disciplina, identifícate con el deporte, el arte, la pastoral social; identifícate con su exigencia académica. Sé siempre un ganador, pero un ganador para ayudar a los otros, nunca para hacer daño a los demás.
Necesitamos padres más comprometidos con la formación de sus hijos. Los maestros y la escuela solo somos un complemento de lo que ustedes deben hacer en casa. Si un alumno(a) es indisciplinado (a), no escucha normas, es violento (a) y no respeta a los demás, no cumple con sus obligaciones, ¿no será porque en casa no hay disciplina adecuada?. Estimados padres revisen la formación que están dando en casa a sus hijos.
''Cuando un corazón se vacía de sí mismo, Dios lo llena; Dios es el que entonces mora y actúa en él; y el deseo de la confusión es el que nos vacía de nosotros mismos; es la humildad, la santa humildad; entonces no seremos nosotros los que obraremos, sino Dios en nosotros, y todo irá bien''. (San Vicente de Paúl)

P. Ricardo Cruz H
Director